A propósito de hipsters

A propósito de hipsters

Por Rodrigo Buenfil

Para comenzar, no estoy hablando de la tendencia de los años 40 que se referían a los aficionados de jazz que adoptaban el estilo de vida de sus músicos favoritos. Estoy hablando de lo que actualmente la gente conoce como un hipster.

Esta pregunta no es sencilla de contestar pues muchas características que se atribuyen a los hipsters son, en realidad, productos de ser jóvenes con afinidad a las tendencias e impresionables.

Sin embargo, existen características que definen a este grupo «tendencioso»: el deseo de ser percibidos como si fueran únicos y visionarios, particularmente en su gusto hacia el arte.  Además, se consideran personas que pueden identificar nuevas tendencias de música, literatura, artes visuales, etc.  Lo importante para este estereotipo es que se conozca que cada uno de esos fue su propio descubrimiento y que nadie antes de ellos le hacía caso.  La oscuridad cultural gira en los círculos hipsters: la banda o artista que nadie conoce, una camiseta con una referencia que sólo ellos entienden. Este tipo de características que sólo persiguen validarse como personas interesantes con autenticidad.

Esta obsesión por la “autenticidad” ha existido en los jóvenes para poder formar una identidad que los haga sentir parte de algo que los separe de todos, que les dé algún tipo de personalidad propia. Ellos pueden aceptar o rechazar tendencias. Para ellos, su opinión es la que marca las preferencias. Es fácil preguntarse cuáles son los parámetros. En realidad, el valor estético de algo no es necesariamente relevante por lo que es extremadamente difícil definir que los mueve con exactitud.

Christian Lorentzen de Time Out New York argumenta que el «hipsterismo hace un fetichismo de elementos auténticos» de todos los «movimientos marginados de los post-guerra —Beat, hippie, punk, incluso grunge», y parte de «tiendas culturales de cada etnia no mezclada» y «lo regurgita con un guiño inauténtico»

Lo más cruel que le puedes decir a un supuesto hipster es «pretencioso”.  Ellos intentan expresar que fueron los primeros en adoptar el conocimiento de cualquier movimiento intelectual nuevo o que ha marcado alguna tendencia única debido a que saben todo sobre el tema (y a veces se sienten parte de dicho movimiento, claro). Insultar algo que les gusta es insultarlos a ellos.  Como todo en la cultura moderna,  con el paso del tiempo se volvió una moda,  ahora cierto tipo de características en la vestimenta o en la actitud se  puede señalar como una actitud hipster o no…

Todas estas características que acabo de describir y que hice el intento de explicar, es lo que convierten todo esto en algo ridículo.  La falta de identidad ha llegado a esto,  la falta de aceptación.  Cuando algo se vuelve una moda a veces deja de ser lo que originalmente era o pretendía.  Se omite el fondo y pasa a ser la forma, como en todas las modas.

¿No me creen?  Pregúntenle a los dadaístas.

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