Mario Almada creó una identidad estereotipada que no aporta ningún elemento positivo a México, expresó Óscar Urrutia, profesor de guionismo cinematográfica de la Licenciatura en Comunicación de la Anáhuac Mayab con motivo del fallecimiento de este actor y productor mexicano el pasado cuatro de octubre.
«Mario Almada como actor realmente no trasciende», expresó el profesor, quien a su vez recordó que, junto con su hermano Fernando, formó parte de un movimiento que se llamó el video home, una industria que se distribuyó en el norte de México y en el sur de Estados Unidos y que se dedicó a la producción de películas muy baratas, de muy bajo presupuesto y hechas muy rápidamente.
Estos eran largometrajes -de acuerdo con el Maestro- se hacían en una semana en lugar de seis. El movimiento del video home marca la pauta de lo que después serían las películas de narcotraficantes, los narco-corridos y todo esto que se va desatar con las historias de narcos, continuó el profesor.
Almada participó en más de 300 películas y fue reconocido con el Ariel de oro en el 2013. Fue protagonista en películas como el ‘Tunco Maclovio’ y ‘La Viuda Negra’.
Además, Urrutia Lazo relató que el trabajo de Almada trabajó como una industria paralela a la cinematográfica, ya que muchos de las películas ni siquiera estaban filmadas en cine, sino en video. Fueron producidas y distribuidas en video analógico no digital.
En ese sentido, van a pasar a la historia por este movimiento del video home, que fue la primera fuerte industria de distribución cinematográfica fuera de las ventanas convencionales, afirmó.
Los hermanos Almada encontraron una fórmula comercial que fue muy eficaz, de acuerdo con el también Director de Cine: eran historias del norte que funcionaban muy bien en ese entorno tex-mex.
Forjó una identidad, de eso no cabe duda. Una identidad totalmente estereotipada de qué es el mexicano y qué es México, esas películas donde Tijuana es un basurero. Crean un estereotipo que ha propiciado el cine Norteamericano, que no aporta ningún elemento positivo a México, agregó.
Por último, Óscar respondió si creía que este personaje –odiado al igual que amado– había perjudicado al cine nacional.
Él, como actor, era muy popular. No perjudica en lo mas mínimo a la industria, simplemente crea una forma alternativa a la convencional, remató.
