Lo que pide el mexicano

Lo que pide el mexicano

En estos días pareciera que las noticias se alejan de lo que debería de importar. Lo que está en los titulares es el asesinato de uno de los integrantes de la familia Moreira; la transición del gobierno de Calderón al de Peña; la muerte del “Lazca”.

Sin embargo, pareciera que esto estuviera muy alejado de las personas comunes. Todo sucede en los medios, pero no en la vida del mexicano. ¿Qué piensa el mexicano promedio?

A él no le importa quién esta en el poder, ni mucho menos si mataron a un capo de la droga. Al mexicano sólo le interesa que comerá el día de hoy, si seguirán sus hijos en la escuela. Se pregunta si volverá a llover, cómo los que viven en el norte del país, o si dejará de llover, lo que pasa con los que viven en el sur. Se cuestiona sobre si  tendrá buena cosecha.  Quizá este pensando en las cuentas de la luz y el agua; si podrá salir en paz a la calle.

Pareciera que la vida del mexicano es compleja, ruda y mucho más difícil de lo que se muestra en la televisión. Es por eso que no importa quién está en el poder, qué reformas se hagan, ni mucho menos si es la laboral, si al fin de cuentas terminará trabajando aún más.

Entonces ¿por qué hablar de algo que al mexicano no le importa? ¿Por qué se toma la muerte del “Lazca” como el fin de la lucha contra el narco, si aún se percibe violencia? Lo peor es el desprecio que la élite académica, “los intelectuales”, los que se dicen saber, le hacen al mexicano promedio. Tachándolos incluso de la masa alienada, de ignorantes.

El mexicano asiduo a Televisa y Tv Azteca busca inventarse una realidad, salirse de la suya, pensar en un cuento de hadas, divagar en cosas absurdas. Todo por la simple razón de que está asqueado de su realidad. No es un ignorante, su circunstancia  le ha obligado estar en esa condición.

Es por eso que hoy más que nunca, el mexicano necesita contenidos que  lo inspiren, que lo hagan soñar. Productos televisivos con mensajes positivos, que le digan que la vida es bella. Que hay que salir adelante, que sí se puede. Aún sea en la más típica y burda telenovela. El mexicano pide reír, pide emocionarse, no necesita más violencia, está cansado de ella.

El mexicano quiere ser escuchado. Desea que los temas que en realidad le conciernen, también a la televisión le importen.

Tal vez esta situación siga prevaleciendo en mucho de los hogares mexicanos, pero en lugar de criticar deberíamos de proponer. Por ejemplo, invitar a la reflexión a través de un a telenovela, y que al mismo tiempo se lograra una aceptación de las clases populares. ¿Usted que opina?

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